Paris: un pequeño coup d´oeil

sábado, junio 19, 2010




Por esas cosas de la vida, en unos meses vendré a vivir a Paris, y mientras eso llega, durante la semana de vacaciones que he pasado aquí, a los saltos me he dedicado a hacer una especie de reconocimiento del terreno y de ubicación en el mapa de esta ciudad infinita.

Como se sabe o se imagina, hay mucho que decir y que pensar sobre Paris, es como que las ideas y los impulsos que aquí se producen desbordan el entendimiento primario. La ciudad, de seguro, está más allá de lo que cualquier paseante esporádico pudiera considerar asimilado en poco más de una semana.

Por ahora solamente puedo expresar ciertas sensaciones porque poco podría decir de lo que entiendo, si es que algo realmente comprendiera. Es como que aquí estuviera pasando todo mientras afuera no pasa nada; como que este fuera el centro del todo, el único y verdadero ojo del huracán cosmopolita frente al cual todo parece suburbio, periferia, trastienda y pequeñez. La gente que se concentra en los cafés y la que camina por las calles o la que toma el sol en los parques parece que fuera la única que existe, es como si nadie hubiera más allá de ellos, como si aquí se concentrara la generación de lo que existe. Es difícil explicar esto, pero es como si las personas llevaran consigo toda la seguridad y la fuerza de la vida, como si sólo aquí cobrara sentido y práctica la frase what better place than here, what better time than now. Por supuesto, esto es engañoso y absolutamente falso, pero es palpable y poderoso, y por eso atrae y por eso embriaga. Espero algún día llegar a entender qué es lo que pasa, por qué ocurre así, al igual que por qué mucha gente viste en el cotidiano como si asistiera a un performance, a un cóctel de gala o a una exhibición de las tendencias de temporada. Cómo puede uno despertarse y vestirse así, tomar la bicicleta e ir a trabajar vendiendo zapatos en una tienda de 15 metros cuadrados. La elegancia parisina, que le llaman.

Eso es lo otro que por ahora explota en lo perceptible, lo que alborota lo más superficial de la mirada. Lo que se ve en las revistas y que en las calles de Paris es verdad.

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2 comentarios

  1. Yo que no conozco París siempre pienso en Adele Blanc-Sec y esas calles misteriosas. Pero suena bacán... mostrarás fotos (la de arriba está chévere, parece de otra época. Incluso de alguna película, con esa faldita a rayas y esos zapatos de plataforma). Suerte con todo.

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  2. Habla Joey,
    sí, loco, cuando esté instalado me dedicaré a mostrar la ciudad como buenamente lo logre. Ahora estoy de vuelta en Quito, cumpliendo con lo que toca.

    Suerte también para ti.

    Z.

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