Crisis no financiera*
martes, enero 06, 2009
Sobre varias de las grandes empresas mediáticas de Estados Unidos se ha dicho eso: la crisis financiera les ha golpeado y algunas, como el grupo de prensa Tribune, ya se están acogiendo a la ley de quiebras. Lo dicen los tirajes más bajos, las rentas publicitarias que se hunden y un mercado de lectores cada vez más abocado a la información virtual. Lo dice la industria a nombre de las grandes empresas del periodismo, que las hay, o que hubo, y que son algunas de las que están cayendo, pero de las otras, de las mediocres e insulsas que siempre han existido nadie dice nada. Ni en vida ni en muerte. Y ahí siguen, en casos manteniendo económicamente a lo poco serio y profundo que quedaba del periodismo. Ahí están los talk shows en spanglish para la comunidad latina más moldeable; ahí Primer Impacto y el padre Alberto. Acá bailan Mariela, Marián y Ángelo Barahona; la reportera del crimen, En corto y los periodicazos de La Hora. Prensa, al fin, por los lenguajes y los soportes, rosa o amarilla, en crisis perpetua, de ética y contenidos, de desvirtuación y abuso, manoseando las debilidades de los débiles y construyendo representaciones con base en los intereses del poder. En crisis, siempre. Cualitativa. Y sobre ella poco se evalúa porque no hay cifras a las cuales reclamar. La farándula, el chisme y la alarma venden bien. Sostienen el capital que permite maquinar discursos.
La prensa en crisis, ayer y ahora mismo que se ha dado, más intencional que ingenuamente, por incentivar la extinción de la memoria. La que alguna vez combatía hoy se rasga las vestiduras, se da golpes de pecho y suelta lágrimas de cocodrilo aupando un minuto de silencio por el verdugo y no por las víctimas.

* Artículo publicado el 23 de diciembre de 2008 en El Telégrafo.
2 comentarios
Está bueno el artículo, está bueno el blog y buenos los enlaces recomendados, chévere.
ResponderEliminarPor esa fotito de León se armó un relajo en Guayaquil en la exhibición de fotoperiodismo "El ojo detrás del lente", hace unos años. En Malecón 2000 la hicieron tapar el día de la inauguración y se armó tal bomba por eso, que, luego, la gente iba a la exhibición solo a ver ESA FOTO, jajaja.
Gracias por el comentario y por visitar este blog.
ResponderEliminarSí, supe de la polémica que se armó en Guayaquil a partir de la exposición de esta foto. Creo que era de esperarse que reclamaran por mostrar una imagen que atenta contra la imagen del individuo, no contra la conciencia pública. Paradojas moralistas.
Saludos.
S.