Piko y plaka, venceremos

lunes, mayo 03, 2010



Son las 17h50. Llegué a mi casa hace aproximadamente 10 minutos luego de haber conducido bajo la lluvia en un circuito que me llevó de la zona del hotel Marriott al hospital Eugenio Espejo, luego al Centro Comercial El Bosque y finalmente a la Gaspar de Villaroel y 6 de diciembre. El trayecto lo hice entre las 16h00 y las 17h30, en plena hora loca y justamente apenas empezado el horario de restricción del sistema pico y placa, que inició hoy en la ciudad. Tengo que decir con satisfacción que durante esa hora y media el tránsito de vehículos fue ágil y descongestionado, y que lo sigue siendo ahora que lo veo a través de la misma ventana que hasta el viernes pasado mostraba durante el día entero un paisaje caótico y demoledor. Y todo a pesar del diluvio que no termina de caer.

Durante el recorrido puse atención para ver si circulaban vehículos con placas terminadas en 1 o 2 (que son los que tuvieron restringida la circulación el día de hoy), pero con asombro, lo admito, no encontré uno solo, ni siquiera alguno parqueado, lo cual me hubiera hecho pensar - sanamente - en que su dueño lo estacionó hasta que diera la hora en que pudiera andar de nuevo. Digo que lo constaté con asombro porque en la mañana las informaciones ya dieron cuenta de los primeros infractores sancionados y eso hacía pensar que aquello de la solidaridad ciudadana empezaba a quedar como inquietud. Según el último dato publicado hace poco por El Comercio, 42 personas fueron multadas en el periodo de la mañana, y en lo que va del de la tarde ya cayó un desafortunado que tenía el reloj ocho minutos atrasado con relación al de don Augusto (Barrera, cuál otro). Pobre Fernando, dicen que así se llama el desdichado, parece que solamente había salido a comprar pan, pero regresó cargando una multa de 80 dólares y dejando su Pathfinder en manos de los gendarmes.

Supongo que así pasa cuando, queriéndolo o no, se tiene que aprender a convivir con nuevas normas de bienestar colectivo y no se tiene el tino afinado.


Av. Gaspar de Villaroel y 6 de diciembre, 17h47

Lo cierto es que esta foto me sigue resultando extraña, tal como el mediano silencio de esta mañana al levantarme, porque lo común es que, en condiciones normales, el cruce de esas avenidas parezca Times Square con amenaza de coche bomba, y que en condiciones anormales, como durante el tiempo en que levantaron el redondel para construir el cruce múltiple que hoy funciona, la funesta intersección parezca Bagdad.

Ayer comenté por ahí que no estaba del todo de acuerdo con que a las motos también se les haya aplicado la restricción, pero alguien me dejó saber, muy oportunamente, que, aparte de para reducir las emisiones de gases tóxicos, especialmente los que emanan los motores de dos tiempos, que funcionan con una mezcla de gasolina con aceite, (por eso hay el plan de sacar de circulación a las honorables Vespa, pero para discutir y plantear opciones varios propietarios de esas motocicletas, hoy que se ha extendido la saludable iniciativa de convocarse y organizarse ante cualquier amenaza, han formado un grupo autodenominado El Avispero. Para más señas es un personal que le entra a la poesía, a la más nueva trova y al ron. Se junta en esa guarida hipster que es La Estación), la medida se tomó porque de la experiencia colombiana se supo que la gente se lanzó a comprar motocicletas como que nada, así que aquí las autoridades quisieron entrar con el plan a toda marcha para evitar eso de las compras compulsivas a pesar de que supuestamente andamos en crisis.

Dicho esto, me parece honesto comentar que esta parcializada apreciación viene de alguien que no está obligado a usar transporte público y que, siendo ahora mismo horas de alta aglomeración en las estaciones de buses, está cómodamente sentado en su escritorio viendo cómo el panorama afuera de su ventana ha cambiado de rojo a amarillo.

Ya veremos qué pasa cuando me agarren las 16h00 con todito el máiz afuera.

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3 comentarios

  1. No he estado casi en UIO en las horas pico, mi impresión, principalmente en base a lo que me ha contado alguna gente y a lo que he leído en la prensa corrupta es que está dando buenos resultados. Como dices, hay que acostumbrarse... y si te fijas, es una restricción (¡obviamente!) pero no es algo del otro mundo, es posible organizarse para un día a la semana.

    Chévere la aclaración sobre la apreciación tuya... yo también vi a un par de vehículos a los que apartaron los policías (seguro que era para multa y retención) y la verdad, aquí en confianza... no pude evitar una sonrisa con dientes y todo.

    Saludos.

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  2. Sí, loco, ha dado buenos resultados, y, es más, yo apoyo la restricción vehicular por el día entero y no solamente por esos periodos de mañana y tarde. Eso implicará un sacrificio extra que, dicho de otra forma, es asunto de una organización distinta del tiempo y la movilidad.
    En Bogotá la restricción es a dos días enteros por semana, y dicen que aún así el tráfico sigue siendo insoportable. No estamos a ese nivel, pero sería mejor descongestionar todavía más las vías, el aire, el ruido y ¡la vida misma!

    Gracias por tu visita.

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  3. El día entero... no sé... suena mucho desde lejos. Ojalá no lleguemos a ser como Bogotá.

    Como dices, hay que organizarse de otra manera y "sacrificarse" un poco, pero ahí están los resultados.

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