La pizarra de Nicanor Parra

miércoles, diciembre 04, 2013


Poco después de que muriera Alexei Páez, en 2011, pensé que habría sido una buena idea tomar fotografías de las pizarras luego de cada clase de Teoría Social que dictaba en la FLACSO. Eran unas pizarras locas, enmarañadas de toda su ciencia y todos sus tormentos. En un texto que escribí en esa época dije que me imaginaba una secuencia con las fotos impresas en el mismo tamaño del pizarrón y al pie una nota simple: Marx, Weber, Foucault, Adorno.

Pero murió Alexei Páez y sólo quedó la idea.

Hoy, en la Maison de l´Amerique Latine, en París, visité una exposición de fotos sobre los años de profesor del poeta Nicanor Parra. Las fotos son en blanco y negro, pero se deduce que las pizarras tienen la superficie verde, como las de antes. Nicanor Parra –saco de lana, camisa abotonada hasta el cuello- imparte clases de literatura en el departamento de Ingeniería de la Universidad de Chile. Desde los años cuarenta había sido profesor de mecánica, física y matemáticas -sus otras vidas-, pero gracias a un programa  coordinado por la facultad de Humanidades, los martes y jueves de los primeros semestres entre 1972 y 1994, a las 11h45 en el aula G105 (geología), los alumnos de las carreras científicas vieron al profesor llenar las pizarras con versos.



Las imágenes que están en la exposición de París son de 1993, cuando entre los alumnos estaba el artista visual Marcelo Porta, a quien sí se le ocurrió a tiempo hacer fotografías de las pizarras de su maestro, unas pizarras en las que quedaban escritas cosas como estas:

Para escribir sobre Shakespeare y comer pescado
hay que tener su poco de cuidado, compañero.

O:

MANIFIESTO COMUNISTA
Léase consumista
Un fantasma recorre el viejo mundo
Léase viejo inmundo
Es el fantasma del comunismo
Perdón, del consumismo

O:

Estamos aquí para practicar la libertad
Léase para jugar

Durante los años ochenta, lo de Marcelo Porta fue un trabajo de guerrilla. En la facultad de Ingeniería había el Comando autónomo, un grupo de fanáticos del profesor Parra que para promocionarlo se dedicó a pegar afiches con sus poemas o a grafitearlos en las paredes de Santiago. Junto a los poemas, el grupo dejaba un cartel con su consigna: ¡Parra al Nobel! Marcelo Porta fue inicialmente reclutado por el Comando autónomo para que hiciera fotografías de esas acciones. Luego vinieron los registros de las pizarras y también la filmación en cine de esas clases. Más adelante, Porta viajó a Oxford para recoger los pasos del maestro. Era 1950, Parra  había ido para estudiar una maestría en Cosmología, pero el universo que finalmente más exploró fue el de T. S. Elliot, Ezra Pound y William Blake. Fue durante ese tiempo que Parra creó el libro Poemas y Antipoemas, que se publicó en 1954 y le convirtió en el supremo antipoeta, el del humor, el sarcasmo, el lenguaje distante de la grandilocuencia clásica y cercano al habla coloquial.
  

Dice Parra en su Manifiesto (1963):

Este es nuestro mensaje.
Nosotros denunciamos al poeta demiurgo
Al poeta Barata
Al poeta Ratón de Biblioteca
Todos estos señores
-Y esto lo digo con mucho respeto-
Deben ser procesados y juzgados
Por construir castillos en el aire
Por malgastar el espacio y el tiempo
Redactando sonetos a la luna
Por agrupar palabras al azar
A la última moda de París
Para nosotros no:
El pensamiento no nace en la boca
Nace en el corazón del corazón.



Las fotografías de Porta muestran que las pizarras de Parra no eran locas, ni desbordadas, ni furiosas, sino más bien metódicas, esquemáticas, traviesas. Su formación en física y matemáticas influía en la manera en que impartía literatura. Sus juegos mentales (“¿cuánto vale la Tierra a dólar el gramo?”), como sus artefactos y cualquier verso de sus antipoemas, servían “para desestructurar a los estudiantes demasiado estructurados”, dice César Cuadra, estudioso del profesor Parra, en un texto presentado en la exposición.

Algo así había imaginado yo el proyecto que no fue sobre Alexei Páez, pero ya que existen las pizarras del poeta, tomo el trabajo de Porta como un ajuste de cuentas.


 (Patti Smith le hace un homenaje al profesor Parra en la exposición Amigos Zerbantes, organizada en Madrid luego de que el poeta recibiera el premio Cervantes en 2011)

You Might Also Like

0 comentarios